La misión del Papa de enseñar la verdad es inherente a su puesto de guía de la Iglesia. Para él se vuelven todos los bautizados esperando palabras de vida eterna, pues sabemos, por voluntad de Dios, nos habrían de llegar a través del Vicario de Cristo. Por eso, a lo largo de los siglos los Romanos Pontífices se dedicaron con mucho cuidado a la predicación, conscientes de que nadie puede hacerlo con más eficacia, autoridad y bendiciones celestiales que ellos mismos. Para eso incluso se rodearon de los más destacados teólogos de cada época, para poder cumplir la tarea a la perfección con la seguridad doctrinal de estos colaboradores.
En esta función es necesario rigor, pues de los que están llamados a enseñar la verdad se espera… ¡que enseñen la verdad! ¿Alguien sería capaz de imaginarse a San Pedro proclamando doctrinas dudosas en sus famosas predicaciones de los Hechos de los Apóstoles, para después enviar San Marcos con el encargo de aclarar a la asamblea lo que quiso decir en realidad, o sea, que el Jefe de la Iglesia tenía la intención de afirmar una cosa, pero como lo están malinterpretando es más indicado decir que no es esto, sino aquello? Si algo por el estilo apareciera en la narración de San Lucas, a cualquiera le parecería una interpolación apócrifa, por no decir escandalosa a los oídos piadosos, porque nada más lejos de la asistencia del Espíritu Santo que siempre acompaña a los auténticos servidores de la Palabra.
Pues bien, el mundo católico ha quedado muy agredido con la reciente homilía de Francisco, martes de la quinta semana de Cuaresma, en la Casa Santa Marta. Lecturas hermosas, de insuperable profundidad, pero que necesitan adecuada explicación homilética para que los fieles comprendan su sentido de acuerdo con la buena teología. Interpretando el episodio de la serpiente en el desierto de que habla el Libro de los Números (21, 4-9), y más especialmente el hecho de que en la cruz Cristo se hizo pecado por nosotros, Francisco dice que Jesús está manchado por el pecado, y que la serpiente es símbolo de nuestras culpas. Algunos encontraron en sus afirmaciones un magnífico avance en la historia de la hermenéutica bíblica, otros una herejía descarada, y unos terceros, sin comprender exactamente el sentido de sus afirmaciones, todavía se preguntan qué quiso decir exactamente con esa ensalada de conceptos.
A la redacción del Denzinger-Bergoglio llegaron numerosos pedidos de aclaraciones al respecto. Fieles a nuestro propósito de presentar el más auténtico Magisterio de la Iglesia, sigamos con atención las enseñanzas de maestros de sana doctrina, y el asunto quedará claro por sí mismo… los juicios, le cabrán a cada uno.Entra aquí→
Según el comunicado de José Galat, él afirma someterse al Papa y a los obispos en comunión con él, a la vez que expresa serios reparos y dudas respecto de la conformidad de las enseñanzas del Papa Francisco con la Doctrina y la Tradición de la Iglesia.
Preguntamos a nuestros seguidores ¿Consideran ustedes que es posible evaluar críticamente los dichos y actos del Papa, aceptando su autoridad y reconociendo su elección? Mejor dicho ¿Es posible distanciarse de dichos y gestos del Papa Francisco sin ser por ello tildado de cismático o sedevacantista?"
Es posible no ser considerados cismaticos o sedevacantistas si se cuestiona el actuar del "Papa Francisco", pero es un gran riesgo que se corre, pues tristemente la mayoria de integrantes de nuestra Santa Iglesia católica se han dejado llevar por la ola de relajación que desde el Concilio Vaticano II coincidencialmente se ha dado en las costumbres y moral cristiana, y un poco desde antes...pero mas a partir de este concilio... nada mas podemos verlo en las Celebraciones del SANTO SACRIFICIO DE LA MISA dicho asi por el Padre Pio, y nombre que debia darsele correctamente, y que cambio a nombres mas simples y que no encierran todo el valor de la Santa Misa. Si comparan un altar de los templos actuales con un altar de los masones y de los protestantes es la misma cosa ( lo que no ocurria antes del concilio V. II) si se dan cuenta las Santas Misas se volvieron un relajo total y ya nadie reconoce el SENTIDO SAGRADO DEL SANTO SACRIFICIO DE LA SANTA MISA!. Ya la Comunion se recibe de cualquier modo, nadie se ARRODILLA FRENTE A JESUS: Y la Palabra de Dios lo dice: Toda rodilla se doblara ante el nombre de Jesus, COMO NO ANTE SU CUERPO Y SU SANGRE? y en varias Santas Misas ya no hay consagración. De este modo se han formado muchos CATOLICOS MEDIOCRES. y si nos tildan de no ser catolicos NO IMPORTA, pues en nuestro corazón sabemos Dios nos ha quitado una venda de los ojos que a los otros que son CATOLICOS TIBIOS la tienen muy bien puesta y son unos acomodados a los modernismos implementados por la masoneria en la SANTA IGLESIA CATOLICA VERDADERA!. Como lo decia un Papa antiguo: EL MODERNISMO ES UNA HEREJIA y admirablemente a partir del concilio vaticano II, el modernismo dejo de ser herejia y la palabra de los Papas antiguos SANTOS PAPAS ANTIGUOS Y VERDADEROS CREYENTES Y VERDADEROS PAPAS, dejo de creerse y todo se cambio, NOS METIERON UN GOL CON ESTO... pero JESUS VIVE, JESUS VENCE Y ESTA DICHO EN LA PALABRA DE DIOS QUE POCOS SERAN LOS ELEGIDOS....Asi que si los mediocres siguen creyendo en todos los errores existentes, no les servira sino para su propia condenación, pues es muy claro que no se necesita ser racional, ni logico, ni matematico, para ver que el Papa actual esta CAMBIANDO TODO! peor que en lo realizado a partir del concilio vaticano II asi que si nos espera el martirio a LOS VERDADEROS CATOLICOS, GLORIA A DIOS! Pero preferimos morir por amor a la verdad a la Iglesia catolica VERDADERA, que tiene coherencia en magisterio, tradición y Palabra de Dios, Iglesia catolica no formada por mediocres, sino aquellos catolicos VERDADEROS que siguen recibiendo a Jesus de rodillas, aquellas pocas mujeres que se colocan mantilla para ir a la SANTA MISA, y aquellas que se visten de manera RESPETUOSA Como la Virgen Maria para recibir a nuestro Señor, y que en general su comportamiento es pudoroso y no se dejan llevar por la moda. https://www.youtube.com/watch?v=49y3yu3W9TU
San Marcos. Capitulo 10. ENSEÑA JESÚS LA INDISOLUBILIDAD DEL MATRIMONIO. ANUNCIA DE NUEVO SU MUERTE Y RESURRECCIÓN. 1. Y partiendo de allí llegó a los confines de Judea, al otro lado del Jordán, donde concurrieron de nuevo alrededor de él los pueblos vecinos, y se puso otra vez a enseñarlos, como tenía de costumbre.
2. Vinieron entonces a él unos fariseos, y le preguntaban por tentarlo si es lícito al marido repudiar a su mujer.
3. Ellos dijeron: Moisés permitió repudiarla, precediendo escritura legal del repudio.
5. A los cuales replicó Jesús: En vista de la dureza de vuestro corazón os dejo mandado eso.
6. Pero al principio, cuando los creó Dios, formó a un hombre y una mujer;
7.por cuya razón, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se juntará con su mujer;
8. y los dos no compondrán sino una sola carne, de manera que ya no son dos, sino una sola carne:
9. No separe, pues, el hombre lo que Dios ha juntado.
10. Después en casa, le tocaron otra vez sus discípulos el mismo punto.
11. Y él les inculcó: Cualquiera que desechare a su mujer y tomare otra, comete adulterio contra ella.
12. Y si la mujer se separa de su marido y se casa con otro es adúltera.
Fuente: San Marcos. Capitulo 10. Traducción de la vulgata latina al español.1884 por Ilmo. Señor Don Félix Torres Amat.
San Marcos. Capitulo 10. ENSEÑA JESÚS LA INDISOLUBILIDAD DEL MATRIMONIO. ANUNCIA DE NUEVO SU MUERTE Y RESURRECCIÓN.
1. Y partiendo de allí llegó a los confines de Judea, al otro lado del Jordán, donde concurrieron de nuevo alrededor de él los pueblos vecinos, y se puso otra vez a enseñarlos, como tenía de costumbre.
2. Vinieron entonces a él unos fariseos, y le preguntaban por tentarlo si es lícito al marido repudiar a su mujer.
3. Ellos dijeron: Moisés permitió repudiarla, precediendo escritura legal del repudio.
5. A los cuales replicó Jesús: En vista de la dureza de vuestro corazón os dejo mandado eso.
6. Pero al principio, cuando los creó Dios, formó a un hombre y una mujer;
7.por cuya razón, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se juntará con su mujer;
8. y los dos no compondrán sino una sola carne, de manera que ya no son dos, sino una sola carne:
9. No separe, pues, el hombre lo que Dios ha juntado.
10. Después en casa, le tocaron otra vez sus discípulos el mismo punto.
11. Y él les inculcó: Cualquiera que desechare a su mujer y tomare otra, comete adulterio contra ella.
12. Y si la mujer se separa de su marido y se casa con otro es adúltera.
Fuente: San Marcos. Capitulo 10. Traducción de la vulgata latina al español.1884 por Ilmo. Señor Don Félix Torres Amat.
San Marcos. Capitulo 10. ENSEÑA JESÚS LA INDISOLUBILIDAD DEL MATRIMONIO. ANUNCIA DE NUEVO SU MUERTE Y RESURRECCIÓN.
1. Y partiendo de allí llegó a los confines de Judea, al otro lado del Jordán, donde concurrieron de nuevo alrededor de él los pueblos vecinos, y se puso otra vez a enseñarlos, como tenía de costumbre.
2. Vinieron entonces a él unos fariseos, y le preguntaban por tentarlo si es lícito al marido repudiar a su mujer.
3. Ellos dijeron: Moisés permitió repudiarla, precediendo escritura legal del repudio.
5. A los cuales replicó Jesús: En vista de la dureza de vuestro corazón os dejo mandado eso.
6. Pero al principio, cuando los creó Dios, formó a un hombre y una mujer;
7.por cuya razón, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se juntará con su mujer;
8. y los dos no compondrán sino una sola carne, de manera que ya no son dos, sino una sola carne:
9. No separe, pues, el hombre lo que Dios ha juntado.
10. Después en casa, le tocaron otra vez sus discípulos el mismo punto.
11. Y él les inculcó: Cualquiera que desechare a su mujer y tomare otra, comete adulterio contra ella.
12. Y si la mujer se separa de su marido y se casa con otro es adúltera.
Fuente: San Marcos. Capitulo 10. Traducción de la vulgata latina al español.1884 por Ilmo. Señor Don Félix Torres Amat.
El arma de la
Santísima Trinidad para ablandar los corazones.
El “Salterio
de la Virgen María”, se fue consolidando en la edad media como la
“herramienta” para las personas sencillas que no sabían leer o que no tenían
libros, para reemplazar el rezo del Salterio, es decir los 150 Salmos de la
Biblia, que los religiosos tenían que rezar cada semana.
Pero detrás de esta
adopción hay una historia sobrenatural, la aparición de la Virgen María a Santo
Domingo de Guzmán entregándole el arma para destruir las herejías y ablandar la
almas endurecidas
LA VIRGEN MARIA SE APARECIO A SANTO DOMINGO DE GUZMAN
Y LE REVELO EL SANTO ROSARIO ( 150 SALUTACIONES EN HONOR A LOS 150 SALMOS, DIOS
QUERIA QUE ASI FUESE, ASI LO DIO POR MEDIO DE MARIA Y DIO 15 PROMESAS, POR ESTO
NO SON 4 MISTERIOS SINO 3 LOS DADOSPOR LA VIRGEN MARIA, NADIE PUEDE CAMBIAR
ESTA VOLUNTAD DE LA VIRGEN APROBADA POR DIOS PADRE)
La Hermana
Lucía de Fátima dijo en 1957, la más
hermosa apología que se puede hacer del Rosario.
“La Virgen
Santísima en estos últimos tiempos en los que vivimos ha dado una nueva
eficacia al rezo del Rosario hasta el punto que no hay ningún problema,
no importa lo difícil que sea, ya sea temporal o, sobre todo, espiritual, en la
vida personal de cada uno de nosotros, de nuestras familias, de las familias
del mundo, o de las comunidades religiosas, o incluso de la vida de los pueblos
y naciones, que no pueda ser resuelto por el Rosario.
No hay
problema, te digo, no importa lo difícil que sea, que no se pueda resolver por
la oración del santo Rosario. Con el Santo Rosario, nos salvaremos;
vamos a santificarnos; vamos a consolar a nuestro Señor, y obtener la salvación
de muchas almas”. Conversación entre Sor Lucía de Fátima y el P.
Fuentes, 26 de diciembre 1957
DE LOS SALUDOS A MARÍA AL AVE MARÍA
En la historia,
rara vez una devoción aparece de repente. A la pedagogía divina a menudo le
llevasiglos para preparar las almas para recibirla.
El Rosario, se
puede decir, se deriva de la costumbre de los primeros cristianos de
agradecer a la Virgen María por todos los beneficios que había traído
a la humanidad; tales son los versos de Sedulio en el siglo V.
El Ave Maris
Stella y la Salve Regina,entre otros, surgieron de una
inspiración similar. Todo tipo de salutaciones florecieron en la piedad del
clero y de los laicos. Esta forma de piedad fue desarrollada especialmente
durante la Edad Media a raíz de la gran devoción mariana inspirada por
San Bernardo.
La
contemplación de la Virgen María, sus privilegios, y los favores que otorga a
sus hijos se consideraban una alegría superior a todas las otras alegrías. Fue
a esta gozosa piedad del “Salve, Virgen” que se le dio el nombre de
Rosario.
En la Edad
Media, el símbolo de la alegría era la rosa. Coronar
la cabeza con una guirnalda de rosas (una guirnalda) era un signo de alegría.
La Virgen María fue incluso llamada “un jardín de rosas.” En latín
medieval, un jardín de rosas es rosarium.
Se estimó que
en cada saludo, la Virgen María misma experimentaba el eco de la alegría de la
Anunciación. No era sólo una cuestión de animarse uno mismo con el pensamiento
de la Virgen; el objetivo era también alegrar el corazón de María.
Los saludos fueron concebidos
comomuchas rosas espirituales presentados a la Virgen
María para modelar para ella una corona, una corona de flores. A cambio, la Virgen colocaría
sobre las cabezas de sus hijos una diadema invencible de gracias espirituales.
CÓMO SURGIÓ EL AVE MARÍA
En este fervor por saludar a la
Virgen, no es de extrañar que el saludo más popular fuera tomado directamente
del Evangelio,de los episodios de la Anunciación y la Visitación,
que todo el mundo sabe:“Alégrate, llena de gracia, el Señor es contigo :
bendita tú eres entre las mujeres” (Lc 1,28).. “Bendita tú
entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre” (Lc 1:42).
Estos dos
saludos formaron la primera parte del Ave María. De acuerdo a la opinión
común, se unieron en torno al siglo XI. A principios del siglo
XVII, la segunda parte del Ave María no estaba todavía en el uso general, y el
Ave menudo quedaba incompleta, comprendiendo sólo la primera parte.
LA INSTITUCIÓN DEL ROSARIO POR SANTO DOMINGO
En vano uno
esperaría encontrar en la literatura de los siglos XIII y XIV un informe
detallado de la institución del Rosario por Santo Domingo. Ese no era el género
literario de la época. Estos escritores estaban más ansiosos para
edificar a sus lectores, que era más importante que escribir la historia.
Los orígenes
del Rosario son, pues, como si estuvieran cubiertos por una sombra misteriosa. La providencia lo quiso así, con el debido respeto a los racionalistas
modernos. Es un secreto entre la Virgen María y de su siervo Domingo.
Pero sería una
gran impiedad y asombrosa falta de sentido común y razón utilizar esta sombra
para negar a Santo Domingo la invención de esta oración como los modernos lo
hacen
El Toro
Consueverunt Romani Pontífices (1569) de San Pío V escribe muy claramente
que Santo Domingo inventó y luego propagó en toda la santa Iglesia
romana un modo de oración, llamado el Rosario o Salterio de la Santísima Virgen
María, que consiste en honrar a la Santísima Virgen por la recitación
de 150 Ave Marías, de conformidad con el número de salmos de David,
añadiendo a cada década de Aves laOración del Señor y la meditación de los
misterios de la vida de nuestro Señor Jesucristo.
En la Bula
Monet Apostolus (1573), que instituyó la solemnidad del Santo Rosario, el Papa
Gregorio XIII recuerda que Santo Domingo con el fin de desviar la ira
de Dios y obtener la ayuda de la Santísima Virgen, instituyó esta práctica
piadosa que se llama Rosario o Salterio de María.
En 1724,
después de haber contradictores a la atribución del Rosario a Santo Domingo,
Benedicto XIII pidió a la Congregación de Ritos estudiar la cuestión. El
promotor de la fe, Próspero Lambertini, futuro Benedicto XIV, estableciéndose
en la tierra firme de la tradición romana, aniquiló las objeciones. El 26 de
marzo, 1726, Benedicto XIII hizo obligatoria las lecciones del
Breviario Romano para los Maitines de la fiesta de 7 de octubre, enseñando
que
“María recomienda a
Santo Domingo la predicación del Santo Rosario a las personas, dándole a entender
que esta oración sería un auxilio excepcionalmente eficaz contra las herejías y
los vicios”.
LA EVIDENCIA DE DOCUMENTOS DEL SIGLO XIII Y XIV
Es fácil
demostrar que la costumbre de recitar un número específico de Ave
Marías no se practicaba; en una palabra, no constituía una institución
antes de la época de Santo Domingo, simplemente porque no hay ningún documento
ni tradición que hagan mención de ella.
Pero es
sorprendente y convincente observar quedesde la época de Santo Domingo, los
signos de esta devociónha sido adoptada por todos, desde las clases
cultivadas a la gente humilde, desde el claustro al mundo.
El número de 50
y de 150 Ave Marías, aparece en los archivos de una manera significativa.
Los documentos
son numerosos para demostrar que, en los conventos y monasterios de la
Orden Dominicana, desde el siglo XIII, se recitaron grupos de Ave Marías,
ya sea 50 o 150 o 1000….
Citemos el hermoso testimonio
sobre elRey San Luis, cada noche, el rey se arrodillaba
cincuenta veces y cada vez que él se arrodillaba lentamente recitaba un Ave
María.
El uso de
cuentas invadió todos los rangos de la sociedad en ese momento también. En París, había no menos de tres compañías
que hacían este producto.
Desde el
principio, los primeros predicadoresdemostraron ser
muy celosos en la difusión de la devoción de Santo Domingo al Rosario. Los
dominicanos, dispersos por los cuatro rincones de la cristiandad, iban a tener
una influencia decisiva en la expansión del Rosario y su implantación en todas
las clases de la sociedad. El Reverendo Padre Mortier, OP, eminente historiador
de la Orden Dominicana, escribió:
La Orden fundada por Santo Domingo desarrolló desde sus inicios, de una manera extraordinaria, la devoción de la práctica del Ave María.
Esto es indiscutible.
Pero el Rosario
no era sólo una nueva y hermosa costumbre de honrar a la Virgen por la
repetición de la salutación angélica. Desde la época de Santo Domingo, el
Rosario apareció como un arma contra los enemigos de la Iglesia.
Un documento
histórico muestra a Santo Domingo victorioso por el empleo de esta
oración en una famosa batalla contra los herejes. Se trata de la primera
victoria del Rosario, adquirida en Muret, cerca de Toulouse, el 12 de
septiembre en 1213.
Ochocientos
caballeros católicos, convocados por el Papa Inocencio III, se vieron enfrentados por aproximadamente 34.000 tropas enemigas (los
cátaros fueron reforzados por tropas de España dirigidas por Pedro II de Aragón).
Domingo con el
clero y el pueblo entró en la iglesia de Muret, y él los hizo rezar un Rosario
después de otro. Cinco meses
después del suceso, un notario de Languedoc observa la humildad de Domingo, que
no duda en rezar el Rosario (una oración muy humilde, una oración de la gente);
y remarca su agilidad para completar las coronas, es decir, ofreciéndolas una
después de la otra.
La victoria de
los caballeros católicos, encabezados por Simón de Montfort fue brillante y
milagrosa. Las crónicas relatan que los enemigos de la religión cayeron
unos sobre otros como los árboles de un bosque bajo las sierras de un
ejército de leñadores.
Pero antes de
ser una alabanza a María, antes de ser un brazo providencial para la defensa de
la cristiandad, el Rosario era por encima de todo método de la
predicación.
Porrecomendación de nuestra
Señora, Santo Domingo predicó los misterios de la fe, y al mismo tiempo hizo
que sus audiencias oraran el Padrenuestro y Avesmaría. Él actuó de esta manera porque
el discurso, por muy brillante, no bastaba para convertir.
Sólo la gracia
de Dios puede romper resistencias secretas del alma, y esta gracia sólo puede ser obtenida por la oración. Es la oración del
apóstol en primer lugar, y Santo Domingo se pasaba las noches en oración.
Este método fue
especialmente adecuado para la destrucción de la herejía cátara. Para los cátaros, el mundo físico es la obra del maligno, el diablo. Por
lo cual Dios no podría haber asumido un cuerpo humano en el vientre de una
virgen y morir en una cruz para salvarnos. De este modo, negaban los misterios
de la Encarnación y de la Redención, blasfemando contra la Santísima Virgen, y
reconocieron en la oración del Padre Nuestro un apego supersticioso.
Si la ausencia
de la predicación católica había favorecido la implantación del catarismo, la
predicación popular de los misterios del Rosario se unía a la oración
del Padrenuestro y el Ave por lo que era el remedio radical a este
flagelo.
¿COMO OBTUVO EL ROSARIO SANTO DOMINGO?
En cuanto a la
manera en que el Rosario se le dio a este gran santo, ¿fue por los caminos
ordinarios de la gracia, es decir, mediante una simple inspiración? ¿O fue más
bien bajo la forma de una visión celestial de que el santo guardó el
secreto y durante el cual la Virgen María habría instruido y consolado a su
discípulo?
La última
solución no puede ser rechazada. Debe tener nuestro favor, porque es de una
venerable tradición, también favorecida por la Iglesia y demasiado arraigada en
la memoria de los fieles para ser sólo una leyenda piadosa.
¿Dónde fue la
revelación? Los ciudadanos de Toulouse la colocan en el bosque de
Bouconne, no muy lejos de su ciudad, donde Santo Domingo fundó su primer
convento. La Iglesia de Puy dice que fue en su catedral. El P. Petitot
habla de una tradición que sitúa el evento en el santuario de Prouille en
Languedoc, al pie de la aldea de Fanjeaux, el lugar en Santo Domingo fundó las
monjas dominicas contemplativas, y de dónde envió a sus primeros frailes
predicadores a toda Europa el 15 de agosto de 1217.
Se sabe que la
Santísima Virgen se apareció varias veces a Santo Domingo durante su vida. Nuestra Señora, que tenía la costumbre de hablar a Santo Domingo, también
podría haber hablado con él sobre el rosario varias veces, en la medida que
esta devoción iba a ser muy importante en la historia de la Iglesia.
La Virgen se le
apareció en la capilla. En su mano sostenía un rosario y le enseñó a Domingo a
recitarlo. Dijo que lo predicara por todo el mundo,
prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían
abundantes gracias. Esto fue en respuesta a las oraciones de Santo Domingo.
En el año 1214
Santo Domingo estaba angustiado porque estaba fracasando en su intento
de convertir a los herejes cátaros albigenses.
Santo Domingo
se lo atribuyó a la profundidad y gravedad de la pecaminosidad de los
herejes y al mal ejemplo de los católicos.
Así que se fue
solo al bosque y lloró y oró continuamente por tres días para aplacar la ira del Dios Todopoderoso. Azotó su cuerpo y torturó
su carne. Por el ayuno, el dolor y el agotamiento, él pasó a un estado
de coma.
En esa
circunstancia Domingo experimentó una aparición de María Santísima,
mientras estaba en estado de coma, que unió a Santo Domingo con el Rosario.
La Inmaculada
apareció con tres ángeles y le pidió a Santo Domingo,
“Querido Domingo,
¿sabes qué arma quiere usar la Santísima Trinidad para reformar el mundo?”
La respuesta de
Domingo fue que la Santísima María sabría mejor que él porque ella es parte de
nuestra salvación.
María
respondió:
“Quiero que sepas
que, en este tipo de guerra, el arma siempre ha sido el Salterio Angélico, que
es la piedra fundamental del Nuevo Testamento. Por lo tanto, si quieres llegar
a estas almas endurecidas y ganarlos a Dios, predica mi salterio”.
La “salutación
angélica” es la oración “Ave María” y el
Salterio son los 150 salmos. Por lo tanto, ella quería 150 Aves María – lo que
es el Santo Rosario hoy – agrupadas en 5 décadas de Ave Marías con los 5
misterios correspondientes para contemplar.
Introduciendo
el Padrenuestro de acuerdo con las instrucciones de la aparición
se consolidó el diseño del Rosario de Santo Domingo. Lo dividió en un rosario
de quince misterios y los agrupó en tres grupos de cinco décadas cada uno.
Las
agrupaciones fueron designadas como Misterios Gozosos,
Misterios Dolorosos y Misterios Gloriosos.
Después de esta
aparición Domingo predicó el Santo Rosario a los herejes Cátaros albigenses
inconversos.
Este diseñoayudó a
los herejes cátaros albigenses a comprender mejor y a imitar la vida virtuosa de
Nuestro Señor Jesucristo y de la Inmaculada Virgen María.
El rosario se
mantuvo como la oración predilecta durante casi dos siglos.
Cuando la devoción
empezó a disminuir, la Virgen se apareció a Alano de la Rupe y le dijo que
reviviera dicha devoción.
La Virgen le
dijo también que se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los
milagros logrados por medio del rosario y reiteró las
promesas dadas a Santo Domingo referentes al rosario
Es entonces
cuando revela las promesas para quien lo rece con devoción.
LAS QUINCE PROMESAS
DE LA VIRGEN MARÍA
A QUIENES RECEN EL ROSARIO[1]
1.- El que me sirva, rezando diariamente mi Rosario, recibirá
cualquier gracia que me pida.
2.- Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los
que devotamente recen mi Rosario.
3.- El Rosario será un fortísimo escudo de defensa contra el
infierno, destruirá los vicios, librará de los pecados y exterminará las
herejías.
4.- El Rosario hará germinar las virtudes y también hará que sus
devotos obtengan la misericordia divina; sustituirá en el corazón de los
hombres el amor del mundo al amor por Dios y los elevará a desear las cosas
celestiales y eternas. ¡Cuántas almas por este medio se santificarán!.
5.- El alma que se encomiende por el Rosario no perecerá.
6.- El que con devoción rezare mi Rosario, considerando misterios,
no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá muerte desgraciada; se
convertirá, si es pecador; perseverará en la gracias, si es justo, y en todo
caso será admitido a la vida eterna.
7.- Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin auxilios
de la Iglesia.
8.- Quiero que todos los devotos de mi Rosario tenga en vida y en
muerte la luz y la plenitud de la gracia, y sean partícipes de los méritos de
los bienaventurados.
9.- Libraré pronto del purgatorio a las almas devotas del Rosario.
10.- Los hijos verdaderos de mi Rosario gozarán en el cielo una
gloria singular.
11.- Todo lo que se me pidiere por medio del Rosario se alcanzará
prontamente.
12.- Socorreré en todas sus necesidades a los que propaguen mi
Rosario.
13.- Todos los que recen el Rosario tendrán por hermanos en la
vida y en la muerte a los bienaventurados del cielo.
14.- Los que rezan mi Rosario son todos hijos míos muy amados y
hermanos de mi Unigénito Jesús.
15.- La devoción al santo Rosario es una señal manifiesta de
predestinación a la gloria.
1. La tradición atribuye al beato Alan de la Roche (1428 aprox. - 1475) de la
orden de los dominicos el origen de estas promesas hechas por la virgen María.
Es mérito suyo el haber restablecido la devoción al santo rosario enseñada por
Santo Domingo apenas un siglo antes y olvidada tras su muerte. Para más
información sobre este beato pueden verse los artículos en inglés publicados enCatholic Onlinecon
el título "Bl.
Alan de la Roche" y enThe Catholic Enciclopediacon
el título "Alanus de Rupe". [Volver]
http://www.devocionario.com/maria/rosario_2.html
Historia del rosario
Prólogo
Entre las devociones con que el pueblo cristiano honra a la Virgen
María sobresale el santo rosario; es la reina de las devociones marianas.
Múltiples son las razones de esta afirmación. Destacamos algunas de
ellas.
El
rosario tiene raíces muy profundas en el alma del pueblo cristiano. Para orar
por un difunto, para pedir por una necesidad, para ejercitar la oración en
familia... los cristianos recurren al rezo de esta devoción de manera
espontánea.
El
rosario tiene una base escriturística amplia y sólida: sus misterios y sus
oraciones están tomados de testos bíblicos. Esta oración es un resumen del
Nuevo testamento.
Difícilmente
se puede encontrar una síntesis más armónica de oración mental y vocal
que el rosario; en él se ora con los labios, se medita con la mente y se ama
con el corazón.
La
historia de la salvación está perfectamente presentada en sus momentos
culminantes en los misterios del rosario.
Cuando
a algún sacerdote, por dificultades especiales, hay que dispensarle el rezo del
oficio divino, frecuentemente se le conmuta por el rezo del rosario.
La
Virgen María, en apariciones tan sólidamente cimentadas por la actitud de la
Iglesia jerárquica como las de Lourdes y Fátima, ha pedido esta práctica
piadosa.
Los
santos, sobre todo los de los últimos tiempos, han excitado al pueblo cristiano,
con sus exhortaciones y ejemplo, a la práctica de esta devoción.
Los
Papas, en incontables documentos de su magisterio, han recomendado
insistentemente el rezo del rosario.
Prehistoria
ElRosario,
como forma actual, tuvo su prehistoria y su evolución. No fue una fórmula
precisa y fija que la Virgen le entregara a Santo Domingo, tal como se
representa en la iconografía. Ya se representaba así en dos cuadros del siglo
XIII, destruidos en la revolución francesa y en los que aparecía la Virgen
dando el rosario a santo Domingo. Con este tipo de representaciones iconográficas
se trata de expresar el dono de la obra de santo Domingo, debida, aunque con
elementos previos, a una iluminación sobrenatural, que le hizo estructurar y
extender esta devoción en sus elementos fundamentales.Santo Domingo nace en 1170 y muere
el año 1221. ¿Cuál es su obra como fundador del rosario? ¿Con qué prehistoria
se encontró?Naturalmente se
trata de la primera parte del Ave María, ya que el “Santa María” y las partes
siguientes no se generalizaron en el rosario hasta principios del siglo XVII. Y
hasta parece seguro que el nombre de “Jesús”, añadido a la primera parte del
rezo avemariano, no se generalizó hasta mediados del siglo XIII.
El rosario, como se verá, tuvo una evolución muy varia hasta obtener la forma
actual, establecida por la autoridad de la Iglesia. Pero antes – ya se verá la
parte que santo Domingo tuvo en ello- el caso, escribe elP. Getino, era saludar
insistentemente a la Virgen, dirigirle esa gratísima salutación que le
dirigieron el Ángel y santa Isabel, contemplar con ese dulce acorde su vida y,
más aún, la de su Hijo divino, mezclar en esas guirnaldas de rosas marianas
algunos Padrenuestros (que esos sí se rezaban completos), y entregarse al amor
y a la imitación de la Madre de Dios por medio tan sencillo.”
El rezo del Ave María en el
siglo XIII
Es inútil
buscar el rezo difundido del Ave María antes del siglo XII. Sólo se encontraría
en algunas liturgias, no exentas de interpolaciones. Lo que sí se rezaba era el
Padrenuestro.
Hacia el siglo
XII no hay nada que merezca una consignación sobre el rezo del Ave María. Las
homilías de losSantos Padres
y los cánones de los Conciliosrecomiendan
mucho la recitación del Símbolo de la fe, el Credo, y la oración dominical;
pero el Ave María no aparece recomendada hasta finales de esa centuria, y eso
una sola vez. A veces se encuentran citados casos esporádicos,
anecdóticos, del rezo del Ave María.San
Pedro Damiánhabla de un
religioso que todos los días iba ante el altar de la Virgen y le cantaba la
salutación angélica.
En la crónica desan
Bartolomé de Carpineto, se lee que el monje Oliverio murió recitando la
salutación angélica, lo que también consta de otro monje,Reinaldo de Clairvaux,en tiempo de san Bernardo, que tenía
sus delicias en repetirla.San Ayberto, que murió en la primera mitad del
siglo XII, recitaba cada día cincuenta Avemarías; elmonje Josión, algo posterior,
cinco; una ciertaEulalia,de la que habla el Menologio
cisterciense –aunque no es seguro que sea del siglo XII- también rezaba ciento
cincuenta veces la salutación angélica. También recitaba un abundante número de
Avemarías,Cesario Heisterbachque vivió en tiempos de Alejandro III
y murió en 1240. Se cuenta asimismo de una señora, sin indicación de nombre,
que recitaba la salutación angélica al ir a la iglesia y al encontrarse con
alguna imagen de la Virgen, según refiere el Belvacenses. Delmonje Bertoldo, benedictino del
siglo XII, se dice que aprendió a recitar el Padrenuestro, el Símbolo y la
salutación angélica. Hay que advertir que de san Ayberto consta que a las
Avemarías “añadía las palabras de santa Isabel.”
Las vidas desan Norberto, san Bruno, san
Bernardo, santa Hildegarday
demás bienaventurados del siglo XII nada nos ofrecen de recitaciones
avemarianas a pesar de su devoción a la Virgen. Las Constituciones de sus
Órdenes respectivas guardan silencio en este siglo, lo mismo que las
Constituciones de Concilios, Sínodos y Pontífices. No sólo no aparece
prescrito el rezo avemariano a los clérigos, sino que ni siquiera a
los legos que no sabían reza el Oficio divino. Solamente en losestatutos de Guiguésse preceptúa a los legos rezar
trescientos Padrenuestros por cada difunto. (Mabillón)
Solamente hay
una disposición de carácter general en que se manda porEudes de Sully,obispo de París,
en 1298, que los presbíteros enseñen y se aprenda por los fieles el rezo del
Padrenuestro, el Credo y la“Salutación
a la Bienaventurada Virgen”No
se sabe el efecto que esto tuvo en la diócesis de París, pero se diría que el
terreno se iba haciendo propicio al rezo avemariano. Como se ve, el rezo del
Ave María no era usual, sino esporádico y anecdótico. Pero en adelante
cambiaría.
Santo Domingo y el rezo del
Ave María
¿Qué se sabe de santo Domingo en relación con el rezo de las
Ave María?No abundan los documentos pues consta que
muchos han desaparecido. Sin embargo, hay datos de interés para saber su acción
en la estructura fundamental, en el modo de hacerlo y el influjo que esto tuvo
en otros. Desde primera hora se registra el modo de orar tan peculiar que él
tenía: en los caminos, en las posadas, en las iglesias y en las salas
capitulares. Unas veces oraba en silencio, otras en voz alta perfectamente
perceptible. Así lo narra el pequeño libro“Modos
de orar de Santo Domingo”, escrito probablemente porFr. Gerardo de Teutona.Este fraile asistió al capítulo
general de Luca en 1288 y entregó allí el documento en que recogía todo lo que
había podido saber de él de labios deSor
Cecilia, discípula predilecta del santo. En él se dice que santo Domingo
oraba moviéndose“con gran
agilidad, levantándose y arrodillándose...” “A veces hablaba en su corazón y
apenas se le oía y quedaba en genuflexión como en éxtasis”(stupefactus diu valde) Con este
ejemplo, haciendo más que diciendo, enseñaba a los frailes de este modo. Estos
modos de orar los practicaba en todas partes.
¿Qué oraciones tenía en este acompasado rezar con innumerables genuflexiones?
En la obra citada se dice que con ello“enseñaba
a los frailes”.Lo que éstos
hacían se sabe por Galvano
de la Fiamma: “Además hechas (por los frailes) las dichas devociones a
la Virgen bienaventurada, unos se arrodillaban cien, otros doscientas veces
entre día y noche y decían otras tantas veces el Ave María.”
Si esto copiaron los discípulos de él es que era una manera predilecta y usual
de orar de santo Domingo- Galvano de la Fiamma dice que Fray Teutónico“en todas sus alabanzas a la
Virgen decía el Ave María de rodillas.”Y
en el citado libro de los“Modos
de orar”, en el códice de Bolonia, de principios del siglo XV, pone
dibujos en los que aparece santo Domingo orando en las características formas
que él tenía; en el frontal del altar ante el que reza, se pone dos veces el
Ave María, y en otro de los grabados pone el“Gratia”
El "Ave María" y
la Orden
Elbeato Jordán de Sajonia,
sucesor inmediato desanto
Domingo de Guzmánen el
gobierno de la Orden, después de unas prescripciones litúrgicas, manda que, al
final de cada uno de los salmos prescritos, se rece el Ave María“con genuflexión”.YGerardo
de Frachettoen su obra“Vitae Fratrum",
obra del siglo XIII, en la que recogió todos los datos que se sabían de los
primeros días de la Orden, por precepto de su Maestro General, que asimismo dio
orden a los conventos que se le informase de todo lo que se supiese,
cuenta de un fraile que ante una tentación, se fue delante de una imagen
de la Virgen y le rezó la“salutación
angélica arrodillándose según costumbre”.Este
tipo del frecuentísimo uso del Ave María con genuflexiones vino a ser, en el
siglo XIII, ordinario en la Orden. Lo mismo sucedió con las religiosas. Así,
entre las informaciones realizadas en 1270 en Ruan, acerca de los milagros de
santo Domingo, se lee de una joven monja de aquella población, llamadaPerrette, sobrina delP. Beaulieu, confesor del rey
san Luis, que mientras rezó cien Avemarías, arrodillándose, se curó de una
enfermedad. De otra dominica llamadaEstefanía
Ferrete, del convento de Unterlinden, durante cincuenta años recitó
diariamente ciento cincuenta Avemarías, arrodillándose otras tantas veces o
poniéndose “en venia” o postración.Santa
Margarita de Hungría, hija del rey Bela, recibida en la Orden por el beato
Humberto, y labeata Benvenuta
Boyani, también dominica del siglo XIII, rezaban diariamente mil veces el
Ave María, acompañándola la primera de rodillas y la segunda de postraciones o“venias”.El propio san Luis, rey de Francia,
recitaba cada día cincuenta Avemarías, arrodillándose a cada una.
La formulación del
rezo
El rezo arrodillado delAve Maríaera una práctica en la Orden
dominicana legislada por el propio fundador. Elbeato Raimundo de Capua,
sucesor de santo Domingo, escribe que fundó una milicia de seglares –“Milicia de
Jesucristo”-vinculada a
la Orden. A sus miembros les mandó“rezar
a diario un cierto número de Padrenuestros y de Avemarías que rezarían en lugar
de las horas canónicas”.Gregorio IX, en la bula que aprueba esta Milicia,
establece que por cada hora canónica digan siete padrenuestros y por cada hora
del oficio de la Virgen siete Avemarías. Esos cuarenta y nueve Padrenuestros y
cuarenta y nueve Avemarías se diría que son la confirmación pontificia a lo
establecido por santo Domingo. Empieza a aparecer el primer elemento del
Rosario. Era alabanza a María y protesta también contra los albigenses
que negaban que María fuese madre de Cristo. Así lo atestigua el escritor Moneta
de Cremona.
En lasBeguinas de Gante- un pueblo
entero de mujeres piadosas dirigido por dominicos- y cuya Regla data de 1234,
se lee:“Cada Beguina...debe
rezar cada día tres guirnaldas, orando, que se llaman “Salterio de la
bienaventurada Virgen.”En un
documento del año 1227 se manda rezar por los difuntos el“Psalterium beatae Mariae
Virginis”.Si las“guirnaldas”constan de cuarenta y nueve Ave Marías
– por imitar al salterio de oficio divino diario, las tres“guirnaldas”son ciento cuarenta y siete Ave Marías.
El Rosario avemariano empieza prácticamente a constituirse en estos momentos.
En la“Regla
de San Sixto”del
convento de lasdominicas de
San Sixtoen Roma y, dada por
Santo Domingo, mientras las monjas de coro tiene que rezar el Oficio
divino, a las“legas”les impuso el rezo de“una guirnalda”. Y en el
convento de dominicas de Santo Domingo el Real de Madrid – el único de monjas
que fundó personalmente Santo Domingo en España- hay un códice en
pergamino que dice:“copiado
del antiguo que se usaba cuando el Santo fundó el convento.”En él se reglamentan los rezos; y el
número de Ave Marías es numeroso y lo han de hacer muchas veces. Así, por
ejemplo, al levantarse dirán“en
los días feriales 28 Pater noster y otras tantas Ave Marías”.
La regulación de los
rezos para los novicios, en el Oficio de la Virgen, es muy interesante como
consta en un códice del siglo XIII. Después de los maitines de la Virgen, el
novicio“meditará”
“cum ardore”los beneficios
de Dios:“la Encarnación,
Nacimiento, Pasión y orar cosas generales semejantes....”y terminando la meditación de todo
ello con el“Pater noster et
Ave María”.
El rezo del Ave María, que se encuentra en el siglo XII rezado
circunstancialmente por alguna que otra persona, en el siglo XIII, ya en sus
principios, se recita al lado de Santo Domingo con una generalidad asombrosa;
sus frailes lo hacen objeto de sus amores después de Completas; lo tienen en
lugar de Oficio divino los socios de la Milicia de Jesucristo; lo reciben las
monjas y novicios y forma parte del rezo obligatorio de los legos, de lo que
pudiéramos llamar su Oficio divino.
Pero no sólo con Santo Domingo florece y se extiende el rezo del Ave María,
sino que va a florecer en forma de“quincuagenas”,
que es el número del Rosario, ya en su primera época. Las genuflexiones que se
hacían, y a las que acompañaba por regla general el rezo avemariano, era
normalmente el de 50 o múltiplos de este número. Como antes se ha visto, los
frailes“imitaban”a Santo Domingo en sus rezos que era“recitar con genuflexiones”el Ave María, lo que hacían“unos, cien y otros,
doscientas veces".
El rezo del Avemaría en
algunos países de la Europa medieval
En Bélgica tenía esta costumbresanta
María de Oignies, discípula predilecta de dos grandes amigos de Santo
Domingo. También se señalan los nombres deBeatriz
de Florival, Ida de Jesús, Margarita de Iprésy, sobre todas, lasBeguinas de Ganteque rezaban las 150 avemarías.
En Alemania se cita aCristina
Ebnerim, célebre mística dominica del convento de Engelthal que diariamente
saludaba a la Virgen con 100 avemarías, yEstefanía
Ferretti,dominica de Comar
que, durante cincuenta años recitó a diario las 150 avemarías.
En Italia la beataBenvenuta
Boyanirecitaba el Ave María
centenares de veces al día; ya en el siglo XIII.
En Suiza, las dominicas de Toesz, en la primera mitad del siglo XIV recitaban
también las 150 avemarías.
Resumen del primer período
de la historia del rosario
El Ave María en
forma de cincuentenas no tiene, en este período, una estabilización fija, como
se comprueba en la consulta queMaría
de Tarascón,hermana de
Clemente IV y favorecedora de los dominicos, hace al Capítulo General
preguntando“qué número
de Padrenuestros y de Avemaría”sería
el más conveniente para rezar por dicha reunión capitular. Así lo contó su
hermanos al historiador Gerardo de Frachet que lo narra en su“Vitae Fratrum”. Si quisiéramos
resumir la obra de Santo Domingo con respecto al Avemaría, reflejada en su obra
y en las costumbres de sus discípulos, se puede afirmar que su
preocupación fue introducir el rezo avemariano : a) en el Oficio de la Virgen
para los clérigos. b) en lugar del Oficio divino para los hermanos cooperadores
y para los cofrades de la Milicia de Jesucristo, hoy Dominicos Seglares y c)
fuera del Oficio prefiriendo en este caso las cincuenta avemarías.
El Rosario como objeto
devocional o “contador de cuentas”
Es obvio que en tiempo de Santo Domingo no existía el
rosario-objeto devocional tal y como lo conocemos hoy. Existía, no obstante, un
tipo de “contador” para el rezo múltiple del Paternóster y se llevaba a
la vista. Cuando el beato dominicoMarcolino
de Forli, siglo XIV, rezaba a diario cine Padrenuestros y cien Avemarías,
llevaba las cuentas a la vista –en palabras del beato Juan Domínici- y lo hacía“siguiendo la costumbre de los
hermanos conversos”. Tal contador de Padrenuestros era muy usado por los dominicos
pero es de uso anterior a ellos y figura en estatuas y en sepulcros, aunque con
diez o doce cuentas solamente. Estas cuentas eran corredizas y otras estaban
formadas por nudos; ambas fueron usadas también para el rezo del Rosario, ya
que éste no lo tuvo propio al principio hasta que se estableció ya la fórmula
rosariana. En la primera época es difícil identificarlos como contadores de
Padrenuestros o de Avenarías. Aparecen frecuentemente como“hilos de cuentas”.
Se imponen los contadores de
cuentas rosarianas
En las actas delCapítulo
Provincial de Orvieto, año 1261, se mencionan los contadores de
Padrenuestros del tipo de“hilos”que usaban los hermanos conversos.
Del mismo género eran, al parecer, los que usaban Santa Inés de Montepulciano,
1317, y otras dominicas de los siglos XIII, XIV y XV. El historiador P. Mezard
examina dieciocho casos de dominicos anteriores a Alano de la Roche que
llevaban“corona, rosario o
paternóster”, como más generalmente se le llamaba. El que Santa Catalina de
Siena regaló al padre de su amiga Alesia tenía cien cuentas. Igual que el del
beato Marcolino de Forli, dominico de la misma época. Hasta en esos”hilos”
prendió el lujo. En uno de 1333, el “hilo” tenía tres cuentas de ámbar,
dos de cristal, dos de coral, etc. El Capítulo provincial de Orvieto de 1261
manda a los hermanos conversos traer un paternóster que no sea de ámbar ni de
coral. Pero no indica el número de cuentas ni de avemarías que agregaba a los
Padrenuestros.